¿Tu o alguien que conoces ha experimentado dolor crónico? ¿Sabías que factores como la dieta, el estilo de vida y los factores ambientales pueden contribuir a él? En este artículo te comparto qué puedes hacer para tratar el dolor crónico de forma integral.
El dolor es una respuesta de nuestro cuerpo ante un estímulo que provoca dicha respuesta. Aunque molesto, es un mecanismo de defensa que nos permite alejarnos de dicho estímulo.
Tal es el caso de cuando te quemas, te golpeas o tu mano se queda atrapada en una ventana o puerta. La función del dolor, es protegernos y salvaguardar nuestra vida.
Este tipo de dolor se conoce como agudo. No obstante, existe también otro tipo de dolor que se conoce como crónico.
Qué es el dolor crónico
El dolor crónico es el que se alarga en el tiempo, cuya duración puede extenderse a semanas, meses o incluso años; este tipo de dolor permanece aún cuando ya no está presente el estímulo que lo provoca, y es uno de los temas menos comprendidos por la Medicina convencional.
A la percepción de los estímulos dolorosos se le conoce como Nocicepción. No obstante, una de las hipótesis sobre el dolor crónico es que dicha percepción se encuentra alterada, ya sea que se magnifica o se interpreta de manera errónea un estímulo ya sea externo o interno.
De acuerdo a cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Salud Pública, entre el 25 y el 29% de la población a nivel mundial sufre dolor crónico, no obstante en países como México se carecen de estadísticas para conocer el impacto de esta problemática en la población.
En Estados Unidos, de acuerdo a los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) en el 2021, 51.6 millones de adultos sufren dolor crónico, y 17.1 millones experimentan dolor crónico de alto impacto.
NO TODO ESTÁ EN TU CABEZA
Las personas que sufren dolor crónico son a menudo vistas como personas hipocondriacas o que gustan de llamar la atención. No obstante, el dolor que sufren estas personas es real y merece atención.
Los estados emocionales que acompañan al dolor pueden ser diversos, desde miedo, ansiedad, angustia o depresión son factores que inciden en la percepción del dolor, no obstante a menudo, son factores que aparecen relacionados o se presentan simultáneamente, pero no necesariamente son la causa.
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Cómo tratarlo de forma integral
La comprensión y el tratamiento del dolor crónico es una necesidad y debe hacerse en forma integral.
Son diversos los factores que intervienen en la percepción del dolor, entre ellos, los factores nutricionales, de estilo de vida y ambientales, contribuyen de forma decisiva en la percepción del dolor.
De ahí que, sea importante para su tratamiento cuidar los siguientes:
- La dieta. Esta tiene un papel fundamental en la percepción del dolor, debido a que la inflamación contribuye al dolor, y en este sentido una dieta antiinflamatoria puede ser de gran ayuda.
Sobre ello, un estudio liderado por investigadores por la Universidad Autónoma de Madrid señala que una dieta con menor potencial inflamatorio, se asocia a menos incidencia de dolor entre los mayores de 60 años.
Se considera que una dieta antiinflamatoria es rica en fibra, vitaminas, minerales y grasas del tipo Omega 3 y pobre en grasas saturadas o trans.
Dentro de los alimentos con actividad antiinflamatoria están el café, el te, las verduras y hortalizas y por el contrario las bebidas carbonatadas, la carne roja y procesada y los cereales refinados parecen promover la inflamación y el dolor.
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- Además de la dieta, otros factores relacionados con el estilo de vida como el ejercicio y el sueño son claves no solo para reducir la inflamación sino también para modular la respuesta al dolor
Como señala la página Cochrane, una organización con sede en Reino Unido, antiguamente se decía a las personas que sufrían dolor que guardaran reposo, no obstante esto está cambiando, y aunque difícil, el consejo es que se mantengan activos, ya sea para influir en forma directa o bien para combatir otros problemas asociados.
De acuerdo a la evidencia disponible, la actividad física no causa daño y por el contrario, mejora la intensidad del dolor, la funcionalidad física y calidad de vida
Los Centros para la Prevención de Enfermedades señalan la importancia de la actividad física para quienes sufren una condición crónica. Además de disminuir el dolor y mejorar la funcionalidad, algunos otros beneficios incluyen independencia, sensación de bienestar, mejor sueño, control del peso y manejo de la depresión y ansiedad
La recomendación es realizar 150 minutos a la semana de actividad moderada, lo cual significa 30 minutos 5 veces por semana
En lo que se refiere al sueño, este constituye sin duda un pilar importante tanto para el tratamiento del dolor crónico como para la salud en general
La falta de sueño o el sueño poco reparador afectan negativamente la percepción del dolor.
Según la Academia Mexicana de Ciencias
La privación de sueño produce diversas alteraciones, como deterioro de la memoria, irritabilidad y dolor. Además, aumenta la percepción del dolor en pacientes con dolor crónico, pero también en gente saludable. Por otra parte, el binomio envejecimiento-alteración del sueño promueve el dolor, mientras que el binomio envejecimiento-dolor crónico reduce la calidad del sueño
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Por último en cuanto a los factores ambientales, las micotoxinas y los metales pesados, parecen ser aspectos a evaluar, ante la presencia de dolor persistente o crónico
En un estudio publicado en el Journal Toxins se evaluó la presencia de micotoxinas en la orina de 236 pacientes con encefalomielitis mialgica y síndrome de fatiga crónica, encontrándose al menos una de ellas en el 92% de la muestra.
Otro estudio publicado en el Journal of Occupational Medicine and Toxicology señala que la exposición crónica a diferentes metales puede afectar diferentes órganos, entre ellos el cerebro y los nervios periféricos. La polineuropatía es uno de esos casos.
Un tercer estudio refiere que metales como el aluminio, puede aumentar el estrés oxidativo y disminuir los niveles de magnesio y zinc, y su disminución puede ser responsable de la severidad de los síntomas en pacientes con fibromialgia.
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Un llamado a la acción
De acuerdo al AMA Journal of Ethics los médicos de atención primaria deben enfocar su atención en aquellos factores ambientales que pueden causar, exacerbar o alterar las funciones corporales. Además de las micotoxinas y los metales, se sabe que en la actualidad existen alrededor de 80 mil químicos presentes en el aire, el agua y los alimentos, los cuales pueden causar reacciones adversas y actuar como desencadenantes de la respuesta inmune y neurovascular
Identificar estos y otros factores que pueden contribuir, mantener o agravar el dolor crónico, puede mejorar la calidad de vida de todos aquellos que sufren dolor crónico.
Si tu o un ser querido lo padece, no tiene que vivir toda la vida con ello, CONTÁCTAME para más información
Referencias
https://www.uam.es/uam/investigacion/cultura-cientifica/noticias/dieta-dolor-mayores
https://www.cochrane.org/es/CD011279/SYMPT_actividad-fisica-y-ejercicio-para-el-dolor-cronico-en-adultos-un-resumen-de-revisiones-
https://www.cdc.gov/physicalactivity/basics/chronic-health-conditions-and-disabilities.html
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