¿Sabes cómo lo que comes afecta tu salud mental y emocional? En este artículo te comparto algo acerca del enorme poder que tiene tu alimentación para tu bienestar.
A menudo pensamos en el tema de la alimentación como un tema de contar calorías, pero lejos de ello, constituye una fuente de información muy poderosa para nuestra mente y cuerpo.
La salud mental y emocional no están separadas de la salud física. Es por ello que cuidar de aquello con lo que alimentamos nuestro cuerpo también tendrá efectos positivos en nuestra mente y nuestras emociones.
El poder de la nutrición
Una buena nutrición es clave para tener un equilibrio físico, mental y emocional así como desempeñarnos de manera óptima en nuestras actividades diarias.
Una adecuada ingesta de nutrientes nos proporcionará toda la energía que necesitamos.
Por el contrario, cuando dicha ingesta es inadecuada, esta falta de nutrientes se verá reflejada en una menor energía y rendimiento, los cuales pueden verse reflejados incluso en nuestro estado de ánimo así como nuestra capacidad de atención, concentración y aprendizaje, entre otras funciones.
Nutrición y Salud Mental
Existen ciertos nutrientes que son indispensables para el buen funcionamiento de nuestro cerebro. Si pensamos en este, como el asiento de nuestros pensamientos y emociones, es importante asegurarnos de proveerle lo que necesita.
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Por otra parte, actualmente sabemos también del enorme papel que juega nuestro intestino en nuestra salud mental, a través de lo que se conoce como eje intestino-cerebro.
De ahí que asegurar también una adecuada digestión y absorción de nutrientes, permitirá a nuestro intestino señalizar correctamente hacia nuestro cerebro.
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Nutrición y emociones
Tu alimentación puede contribuir a estados como la ansiedad y depresión, e incluso mejorar o empeorar trastornos como el déficit de atención y los trastornos del espectro autista.
En el caso de la ansiedad, la Dra. Uma Naidoo en su libro Calm your mind with food, a revolutionary guide to controlling your anxiety (Calma tu mente con comida) señala que la ansiedad está conectada con alteraciones metabólicas, y que la alimentación y la nutrición son herramientas muy valiosas que pueden ayudarnos a liberar la ansiedad, junto con otros tratamientos y descubrimientos.
La buena salud mental señala, es un esfuerzo de equipo que requiere de apoyo desde y a lo largo de todo nuestro cuerpo.
En el caso de la depresión, y de acuerdo al artículo Dieta y Depresión publicado por la Escuela de Medicina de Harvard, la dieta y el estilo de vida en general podría jugar un papel igual o más importante que la terapia y los medicamentos.
Un análisis citado en este artículo señala que
«Un patrón dietético caracterizado por una alta ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva, lácteos bajos en grasa y antioxidantes y un bajo consumo de alimentos de origen animal aparentemente se asoció con un menor riesgo de depresión. Un patrón dietético caracterizado por un alto consumo de carnes rojas y/o procesadas, cereales refinados, dulces, productos lácteos ricos en grasas, mantequilla, patatas y salsa gravy alta en grasas, y el bajo consumo de frutas y verduras se asocian con un mayor riesgo de depresión».
Nutrición personalizada
Quizá lo más importante sea entender las necesidades o requerimientos nutricionales de cada persona. Lo que puede ser necesario para una, puede no serlo para otra, o ser insuficiente.
Otro tema a considerar en este sentido son las Sensibilidades o Intolerancias Alimentarias, las cuales pueden crear alteraciones a nivel digestivo y consecuentemente a nivel cerebral.
Dentro de las sensibilidades o intolerancias más comunes se encuentran los lácteos, el gluten, la cafeina, la soya y el maiz, entre otros. No obstante, cada persona puede experimentar sensibilidades particulares.
Los síntomas asociados a ellas, a diferencia de las alergias las cuales suelen provocar una reacción intensa e inmediata, pueden aparecer horas o días después de manera que con frecuencia, las personas se acostumbran a ellas. Dentro de los síntomas que pueden aparecer están los siguientes:
- TDAH
- Asma
- Autismo
- Trastornos autoinmunes
- Problemas de comportamiento
- Depresión
- Dolores de cabeza
- Aumento de peso/obesidad
- entre otros
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